El sistema tributario internacional se encuentra en un momento trascendental de su evolución histórica en un mundo cada vez más integrado económica y financieramente. Sobran muestras acerca de las dificultades de los países para identificar, controlar y hacer tributar a sus contribuyentes residentes por las cuentas financieras que tienen en el extranjero. Pasa algo similar con la erosión de las bases imponibles producidas por la traslación de beneficios por parte de las empresas multinacionales hacia las jurisdicciones con bajo o nulo nivel de imposición. Ambas facetas de un mismo fenómeno han conducido a los países a entender la importancia de adoptar un enfoque basado en la cooperación internacional y el intercambio de información tributaria entre los países.

Este panorama global dio lugar a varias iniciativas que parten del mismo consenso: que las instituciones financieras deben actuar como “intermediarios tributarios” más allá de las fronteras geográficas de los países. Las dos propuestas principales son:

  • BEPS, liderada por los países de la OCDE
  • FATCA, desarrollada por Estados Unidos

El enfoque del FATCA se focaliza en detectar cuentas financieras en el extranjero de personas naturales residentes en Estados Unidos mientras que la iniciativa BEPS tiene una orientación más vinculada al control de empresas multinacionales y sus operaciones.

Ambas tienen una influencia directa sobre el sistema financiero argentino y resulta imposible desatender sus implicancias.

Por un lado, durante 2017 se lograron avances significativos en un intento de acercamiento de las autoridades argentinas con sus pares norteamericanos para lograr la concreción de acuerdos de intercambio automático de la información y cooperación entre las agencias de recaudación de ambos países.

Hay consenso sobre las ganancias que estos acuerdos tendrían para Argentina. No sólo una ampliación en la capacidad de control y fiscalización de la AFIP hacia los contribuyentes argentinos con cuentas en dicho país sino además, la posibilidad de mejorar la eficiencia y el impacto redistributivo del sistema tributario vigente al ampliar las bases imponibles de los impuestos sobre los ingresos y sobre los activos.

Sin embargo, en el marco del FATCA, Argentina aún no ha logrado acordar la firma de un tratado con los Estados Unidos. La principal es la renuencia de este país a convenir un acuerdo basado en el principio de reciprocidad con un flujo bidireccional y automático de información tributaria relevante.

En cuanto a la iniciativa conducida por la OCDE Argentina sí adhirió al estándar pero aún no se han establecido las condiciones para que entre en vigencia.

Descargar informe completo: Desafíos actuales en materia de tributación internacional, iniciativas de cooperación entre países y las implicancias para Argentina