A lo largo de 2016 hubo un renovado interés desde uno y otro lado del Atlántico por llegar a un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el MERCOSUR. En parte, la instalación de un gobierno en Argentina decidido a establecer una inserción internacional del país motivó la atención en el asunto. Las declaraciones oficiales en Brasil apuntaron en la misma dirección y diversas voces políticas europeas se manifestaron a favor de un entendimiento. Entre los argumentos positivos se destacan los aspectos económicos. Los autores de esta investigación, Ricardo Carciofi y Rosario Campos, proveen datos para entender la realidad de un acuerdo que lleva décadas de negociación e indagan sobre las posibilidades reales de concretarlo.

En las exportaciones del MERCOSUR hacia la UE predominan los productos de origen agropecuario de bajo grado de elaboración y minerales; en las importaciones desde la UE tienen relevancia las manufacturas -máquinas, vehículos, combustibles, productos químicos y farmacéuticos. Por una parte, los diez principales capítulos de ventas externas del MERCOSUR a la UE en 2014 sumaban dos terceras partes de las exportaciones del bloque sudamericano al socio, en comparación con 45% diez años antes, lo que revela un incremento de la concentración.

Los productos primarios –agrícolas y minerales- han ganado terreno a expensas del resto. Por otra parte, en 9 de estos 10 capítulos, el socio europeo pasó a ser menos relevante, lo que indica que aumentó la importancia de otros destinos, como China. Con respecto a las importaciones, el origen UE también redujo su participación en 9 de los 10 principales capítulos, lo cual confirma su pérdida de terreno.

De hecho, este avance del país asiático es uno de los incentivos de la UE para reactivar las negociaciones con el MERCOSUR.

Descargar informe completo: Unión Europea – Mercosur: una negociación con final abierto