En la última década, la discusión sobre la equidad y la desigualdad ocupó un lugar central en el debate público. La utilización de nueva información y metodologías, ha permitido recoger nuevas evidencias, posibilitando visualizar mejor la magnitud del problema, sus múltiples dimensiones y las limitaciones con la que se estaba analizando previamente.

Con respecto a la distribución del ingreso, en América Latina la desigualdad se redujo desde principios de la década del 2000, gracias a un aumento más rápido de los ingresos en los quintiles más bajos que en el resto de la población. Más allá de eso, la velocidad de reducción de la desigualdad se ha desacelerado, por lo que los niveles registrados en 2016 son muy similares a los de 2014 (CEPAL, 2018).

El estancamiento de los procesos de desconcentración del ingreso, sumados a información complementaria que indica que la desigualdad de ingresos entre personas y hogares es mayor y más persistente que lo que se mide tradicionalmente constituye un llamado a mejorar las mediciones y las políticas redistributivas (CEPAL, 2018).

Los estudios enfocados en el análisis de los tramos más ricos de la población resultan muy útiles en la medida en que permitan complementar las mediciones convencionales de desigualdad, reflejando mejor la concentración de los ingresos, al compatibilizar la información fiscal proveniente de las declaraciones juradas impositivas con los datos obtenidos a través de las tradicionales encuestas de hogares.

En este trabajo se presentaron lineamientos orientativos y estimaciones sobre el cálculo de la concentración de los altos ingresos para el caso argentino. En los mismos se aprecia que, en primer lugar, la desigualdad es en principio mayor que la reflejada en las estadísticas convencionales que provienen de las encuestas de hogares. En segundo, la concentración de altos ingresos mostró un patrón decreciente en la primera mitad del período analizado hasta 2008, aumentando en 2009, para luego permanecer prácticamente estable hasta el 2015.  Este comportamiento es en cierta manera similar al experimentado en las mediciones convencionales sobre desigualdad las cuales muestran una desaceleración y relativo estancamiento en la caída de las disparidades de ingresos en la segunda década de este siglo.

Una de las recomendaciones del trabajo estriba en fortalecer el conocimiento sobre la participación de los tramos de ingresos más elevados en la distribución de la renta. Si bien en el mundo desarrollado se ha avanzado de manera notable en analizar las participaciones de los altos ingresos en la distribución, aún queda mucho camino por recorrer, particularmente en América Latina donde este tipo de estudios es reciente y se ha efectuado para pocos países.

Profundizar el análisis de la desigualdad con nuevos estudios que mejoren la información existente, incorporando nuevas herramientas de análisis, como ajustes por subdeclaración de ingresos o microdatos provenientes de declaraciones juradas de impuestos, es una agenda de investigación de relevancia para la región.


Descargar informe completo: Concentración del ingreso y desigualdad en América Latina: el caso argentino

Categorías: Desigualdad