De qué se tratan los proyectos de reforma laboral presentados por el Poder Ejecutivo. En especial la ley 27.430 de modificación del régimen tributario, sancionada a fines de diciembre de 2017, donde se propone la reducción de las contribuciones patronales.
Una de las ideas que guía al conjunto de las propuestas del Poder Ejecutivo es que los costos regulatorios que prevalecen en el país son elevados, lo cual afecta la creación de puestos de trabajo, en particular, formales. En efecto, en el mensaje de elevación que acompañó el proyecto de ley de reforma tributaria se señala:
“… el sistema tributario y de protección social imperante hasta la fecha no ha logrado generar empleo de calidad aún en períodos de crecimiento económico. Esto se ha reflejado en altos niveles de informalidad laboral, en la sub – declaración de remuneraciones … y en una reducida creación de empleo registrado. … uno de los problemas principales que encuentran las empresas en nuestro país a la hora de contratar trabajadores es el elevado costo laboral que implican las cargas sociales, que en Argentina… muy por encima del promedio de América Latina”.
Sin embargo, en Argentina, como en una cantidad importante de países de la región, durante los 2000 se verificó un fuerte aumento del empleo total y de la proporción del formal en el marco de un proceso de crecimiento elevado y estable (especialmente entre los años 2003 y 2008) con caída del desempleo. Ello contrasta con las tendencias observadas en la década de los noventa cuando el empleo se expandió sólo levemente y la formalidad cayó, aún en períodos de crecimiento del PBI.
En particular, el porcentaje de asalariados formales en el total de los trabajadores en relación de dependencia se redujo del 62% en 1995 al 56% en 2003 y se incrementó desde allí hasta alcanzar el 67% en 2016. Este contraste sugiere, en primer lugar, que el crecimiento es una condición necesaria para una dinámica positiva de la ocupación, pero que también tiene que ver con ciertos rasgos de ese proceso; los noventa se caracterizaron, precisamente, por su marcada inestabilidad. En cambio, el crecimiento estable, con generación de empleo total, parece ser una condición necesaria para que se verifique el proceso de formalización, tal como sugiere lo verificado durante los 2000.
Este período también muestra que el impacto de estos rasgos se potencia cuando se despliegan políticas específicas en materia de registración y de inspección laboral. En este marco resulta relevante discutir la rebaja de contribuciones patronales recientemente sancionada, considerando la experiencia que Argentina ya tiene en esta materia.
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