En la última década y media la inserción externa argentina sumó restricciones; hubo un estancamiento y primarización de las exportaciones, concentración de mercados y productos, dificultades de la producción doméstica para competir con la oferta importada, ausencia de inversión extranjera, pérdida de dinamismo en sectores con potencial de expansión, entre otros. Desde diciembre de 2015, la nueva administración gubernamental ha decidido tomar un nuevo rumbo que contribuya a la inserción internacional de la Argentina. Algunas políticas en ese sentido son: la macroeconómica, el desarrollo productivo y la estrategia comercial. Este trabajo se concentra en esta última, con el objetivo de identificar los principales problemas y sugerir cursos de acción.
A pesar de la caída del comercio mundial desde 2014, la apertura de la economía internacional ha crecido en los últimos años y es superior a la de comienzos de los años 2000. El mayor intercambio de bienes intermedios, el dinamismo de los servicios y el comercio intra-regional en las “fábricas” Asia del Este, la Unión Europea y América del Norte son las tres características principales de la reorganización de la producción en Cadenas Globales de Valor (CGV).
Este proceso está anclado en la expansión del regionalismo, basado en la multiplicación de acuerdos regionales (ACR). La mayoría de los países de América Latina -especialmente los de la Alianza del Pacífico- se ha sumado activamente al regionalismo, pero la excepción ha sido el MERCOSUR. El bloque sudamericano también fue impactado por el estancamiento de las negociaciones comerciales en agricultura, que no permitió el levantamiento de restricciones y barreras al intercambio de productos agropecuarios.
La canasta exportadora de bienes de Argentina se concentra en productos primarios, manufacturas basadas en recursos agrícolas y manufacturas de tecnología media (sector automotor). Esta especialización genera dos fuentes de vulnerabilidad: la volatilidad de los precios de los productos agropecuarios y la dependencia de la producción automotriz de un único mercado, el brasileño.
La evolución de las importaciones se encuentra asociada al crecimiento de la actividad interna y de los precios relativos. Varios de los sectores considerados sensibles son una fuente importante de empleo formal en la manufactura y la amenaza sobre los puestos de trabajo provocada por la apertura supone un importante desafío para la política económica. Los mercados de origen y destino del comercio exterior se han modificado significativamente en los últimos 15 años: crecimiento de la participación de los socios extra-MERCOSUR – especialmente China y el Este de Asia- y la pérdida de participación de los socios tradicionales como Estados Unidos, Europa y América Latina.
La prioridad de atención debe estar puesta en los principales socios: MERCOSUR y China, pero también es necesario revitalizar el comercio con los polos que han perdido terreno. Argentina puede obtener rédito de una participación más activa en el comercio: mayores niveles de apertura comercial –tanto en las ventas como en las compras externas- serían un factor de expansión económica, pero para ello es necesario vencer obstáculos que no son triviales. Se requiere un aumento y diversificación de la canasta exportadora. Si bien hay potencial capacidad de respuesta de la oferta por el dinamismo del sector agropecuario, la apertura de nuevos mercados en la escala y cantidad que requiere la economía argentina hace necesaria la participación en acuerdos comerciales.
La negociación de este tipo de acuerdos no es instantánea y la posibilidad de materializar los intereses ofensivos exige desmantelar parte de la protección existente, exponiendo a parte del empleo industrial a la competencia externa. Apertura versus protección constituyen dos polos de un falso dilema: la clave es la transformación de los sectores sensibles mediante políticas de desarrollo productivo.
Descargar informe completo: Inserción internacional de la economía argentina. Temas y propuestas para una agenda de la política comercial.