Luego de registrar déficit en el año 2015, Argentina tuvo en 2016 un superávit comercial de US$ 2.128 millones. El valor de las exportaciones aumentó 1,7% mientras que el de las importaciones se redujo 6,9%. Las decisiones de política doméstica a partir del cambio de administración abrieron un nuevo escenario para las exportaciones agroindustriales y, en general, para el desempeño del intercambio. Es interesante analizar el comercio exterior de 2016 en perspectiva, notando que varios factores ya no estarán presentes en 2017.
Las cuentas comerciales externas de 2016 presentan algunos hechos novedosos que merecen atención: primero se verificó una recuperación de las cantidades exportadas y que están concentradas en la canasta tradicional. Segundo, en cuanto a las importaciones, si bien su valor total fue menor a 2015, las cantidades compradas de algunas categorías de bienes se recuperaron a pesar de la caída del PBI. Tercero, en 2016 se hizo presente un incremento de los términos de intercambio, situación que no ocurría desde 2011. Cuarto, la evolución del comercio exterior con los dos principales socios comerciales arrojó un incremento del déficit con Brasil y, por primera vez desde 2010, una disminución del desequilibrio con China.
Para 2017 es de esperar una recuperación de los flujos comerciales de Argentina. Las exportaciones crecerían como resultado de mayores volúmenes de cosecha –según los pronósticos actuales- y una leve mejora de la demanda de Brasil. Por el lado de las compras externas es razonable esperar un aumento de las cantidades por la recuperación del nivel de actividad, con precios estables o levemente ascendentes. Ambos efectos conducirían, muy probablemente, a una disminución del superávit observado en 2016, aunque tampoco se puede descartar la aparición de un déficit comercial que no plantearía inconvenientes para su financiamiento.
En estos términos el escenario de los flujos de intercambio de 2017 no exhibe mayores novedades. En razón de los precios internacionales, la débil demanda externa y el tipo de cambio real, las actividades de exportación enfrentan un panorama estable, en el cual el dato positivo es la moderada recuperación de Brasil.
En cuanto a las compras externas, la recuperación de la actividad alentará las compras de bienes intermedios, aunque continuarán los mecanismos de administración de comercio que se aplican actualmente.
La política comercial debe acelerar su agenda, impulsando algunas de las iniciativas que se han venido planteando: mayor dinamismo del MERCOSUR, estrechar los vínculos con las economías de la Alianza Pacífico, continuar el diálogo con la Unión Europea, y, muy especialmente, profundizar las negociaciones con China sumando, si es factible, a los otros socios del bloque del Sur.
Descargar informe completo: Argentina. El comercio exterior de 2016 en perspectiva