El proyecto de modificaciones estructurales al sistema tributario enfrenta un enorme desafío: proveer los fondos suficientes para hacer frente a los gastos del Estado a la vez que mejorar las condiciones de competitividad de la economía y aliviar la presión fiscal para no entorpecer el desarrollo económico.

El plan intenta coadyuvar a la inversión, la creación de empleo y el desarrollo económico, en un marco de mayor equidad y eficiencia de la administración tributaria. También debe destacarse el gradualismo en su implementación y la complementariedad con modificaciones llevadas a cabo en los fiscos provinciales, ambas condiciones necesarias para dar previsibilidad a los cambios y mayor estabilidad al sistema impositivo, a nivel nacional, provincial y municipal.

Algunos aspectos centrales son:

La reducción gradual de la tasa de tributación corporativa se alinea con la de los países desarrollados, donde la recaudación del tributo a las rentas la aportan en un 70% las personas humanas, mientras que el restante 30% corresponde a las empresas. En Argentina la situación es exactamente a la inversa. Como hay una elevada concentración económica en la formación de precios, ese impuesto de hoy 35%, termina trasladándose a los consumidores, transformando un impuesto supuestamente progresivo en uno regresivo.

Se corrige el impuesto distorsivo a las transferencias bancarias (conocido como impuesto al cheque), al permitir su deducción plena con el Impuesto a las Ganancias. Además, este impuesto será totalmente coparticipable.

No menos importante en este impuesto es la gravabilidad de las rentas financieras de las personas humanas, tantas veces anunciada y nunca llevada a cabo. Así como la ampliación de la base imponible del tributo, impidiendo la subsistencias de nichos no alcanzados que erosionaban la recaudación. En este sentido, se elimina el Impuesto a las Transferencias de Inmuebles (ITI), para alcanzar estas operaciones con su tributación genuina.

En cuanto a los impuestos a los combustibles el objetivo es la transparencia, que ayudará a una mayor estabilidad y acabará con distorsiones, acercando el precio de estas materias primas al del mercado internacional.

El nuevo esquema de imposición a los productos “no saludables” aspira a atenuar su consumo, así como establecer tasas similares a los estándares internacionales.

El trabajo que sigue es un minucioso análisis sobre el que entendemos como el aspecto más trascendente de la reforma: las modificaciones en el Impuesto a las Ganancias.

Descargar informe completo: La reforma a las ganancias financieras y de capital en el contexto federal e internacional